domingo, 25 de julio de 2010

La respuesta sensible como organizador psíquico

Una noción a reseñar en la teoría del apego es que la respuesta sensible es un organizador psíquico muy importante. Mary Ainsworth infirió de su trabajo de investigación que lo que más importa para determinar una vía evolutiva es la respuesta sensible del cuidador.

Durante la infancia la respuesta sensible de los padres incluye captar las señales del bebé, interpretarlas adecuadamente y responder a ellas apropiada y rápidamente. La falta de sensibilidad, por el contrario, puedo o no estar acompañada de una conducta hostil o desagradable por parte del cuidador. Se da cuando el cuidador fracasa en leer los estados mentales del bebé o sus deseos o cuando fracasa en apoyar al bebé en el logro de sus estados positivos o deseos.

Más tarde, a lo largo de la vida, la respuesta sensible juega un papel importante en evocar un sentimiento de integración del self y de autovaloración, y también en propiciar la respuesta amorosa, cooperativa y recíproca. En la niñez y la adolescencia, una característica de la respuesta sensible es la capacidad parental de ver al niño como un ser humano con su propia individuadilad y sus propias necesidades como separadas con respecto a las de los demás. Esto implica ofrecerle una base segura y al mismo tiempo permitirle el desarrollo de conductas exploratorias. Tal vez podríamos aquí hablar de libertad guiada. Esto ocurre cuando los padres ofrecen libertad al niño o adolescente, pero no la libertad acompañada de una cierta posición de interacción reflexiva con él.

El cuidador que sin darse cuenta es insensible al niño le transmite que sus señales de solicitud de cuidados no son efectivas o, lo que es peor aún, que son contraproducentes, por ejemplo haciendo que el niño se sienta mal consigo mismo cuando siente una necesidad de ayuda y de ser tranquilizado. La respuesta sensible conlleva por lo menos dos operaciones: la primera es acceder al estado mental del niño y la segunda es atribuirle una significación a ese estado mental. Esa atribución de significación implica la puesta en marcha de procesos afectivo-cognitivos complejos, basados en los propios modelos operativos internos de los padres y en su capacidad para entender los estados mentales y reflexionar acerca de ellos. La noción de respuesta sensible es similar a la de respuesta empática. Sin embargo, la palabra empatía implica una identificación con el estado mental del otro. La respuesta sensible en cambio implica alguna negociación interna entre el estado momentáneo de sentir como el otro y la habilidad de reaccionar como un ser humano separado.

4 comentarios:

  1. Una reflexión que siempre me suscita la teoría del apego: Si en muchos casos de autismo se conservan el oído o la visión absolutas, ¿resultará posible, digamos conservar de algún modo el "apego absoluto"? Ya que en la conservación de ese apego ante unos padres especialmente destructivos y negligentes como algo absoluto (no puesto en relación con) puede conservarse la posibilidad de un desarrollo no patológico. Cabría preguntarse, en ese caso, en qué se convierte esa persona: ¿en el perfecto oblato? En mi opinión podrían definirse de este modo, y comprender en este contexto la "energía narcisista" del psicoanálisis, ya que ésta se supone es la base de las idealizaciones proyectadas sobre otras personas. Entonces, una persona cuya fuerte predisposición a un desarrollo saludable que hubiese padecido crueldades de calado suficiente para no poder desarrollar su afectividad (es decir, realizar en el mundo su afecto, que es poner ese "apego absoluto" en relación con los demás para que, así, deje de ser absoluto y se convierta en utilizable para el Yo) estaría, mientras no le fuese posible dar materia a sus idealizaciones, atrapada entre dos mundos, uno en el que siempre hace un frío terrible y otro, carente de límites y de forma, pero en el que el dolor se disuelve en imaginación. Y, en el caso de que tuviese el impulso necesario y saludable de querer idealizar a algún semejante, las probabilidades de que éste sea un narcisista ávido de adoración son muy altas, por lo que las probabilidades de "idealización traumática" también devienen altísimas. Sin embargo, hasta donde he podido conocer sobre "lo psi-", jamás he encontrado expresada la posibilidad de conceptualizar el "apego" o la "prosocialidad", es decir, el hecho de que somos animales gregarios, como se hace con la capacidad de ver u oír, que con prontitud hemos aprendido que existe gracias a los savants. ¿No se tratará de un prejuicio especialmente arraigado en una cultura que disfraza sus ídolos de culto al individualismo?

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  2. Antimetaria, estoy absolutamente de acuerdo con poder plantearse como hipótesis probable el "apego absoluto". En cuanto a gregarios que somos como especie tiene una coherencia brutal, al igual que si hacemos caso a lo que la sociedad impone como bueno y deseable, apostaríamos por el individualismo. Por fortuna no todos... (aunque sí la mayoría).
    El hecho de que tan sólo haya un posible sí a esa respuesta ya debería bastar para que consiguiésemos destruir unas contradicciones que se venden como modernidad. Gracias por tu aportación. ¡Beso!

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  3. Contradicciones que desgraciadamente están ahogando a alguien que no se lo merece. El oblato, of course! :) Malo, malo...

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